Millones de familias en todo el mundo utilizan Internet a diario para aprender, buscar, comprar, realizar operaciones bancarias, invertir, compartir fotografías, jugar, descargar películas y música, hablar con amigos, conocer gente nueva y participar en muchísimas otras actividades. Aunque Internet ofrece numerosas ventajas, oportunidades y posibilidades, también constituye un riesgo importante, ya que un gran número de nuevas amenazas suceden todos los días.
No es de extrañar que hayan aparecido paralelamente al crecimiento de la red, usuarios con muy malas intenciones y aprovechen de Internet el boom que han tenido las redes sociales para potenciar aún más sus acciones contra niños.

Todos los miembros del grupo familiar necesitan estar protegidos cuando están online. Además de instalar un potente software de seguridad de una empresa de confianza para proteger a su familia de los piratas informáticos, ladrones de identidad, estafadores de correo electrónico y pederastas, es necesario seguir algunas reglas básicas de seguridad de Internet y utilizar el sentido común del mundo real.

Existe un debate continuo entre los que defienden el derecho ilimitado de libre expresión y los que quieren garantizar que los niños no tengan acceso a materiales pornográficos, pero lamentablemente son tan fuertes los intereses económicos que no existe ningún tipo de impedimento que restringa el acceso, si por ejemplo un chico de 8 años desea buscar algo y por equivocación escribe mal una palabra, estará expuesto a un sinnúmero de página con alto contenido pornográfico. Si no lo hizo nunca, haga la prueba y verá que tan cerca esta su hijo de este tipo de provocación especialmente visual.

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