Los alumnos de 3er año, en el espacio curricular Ciencias Naturales, analizaron el valor nutricional de los menúes favoritos de los adolescentes. Descubrieron el alto valor calórico que poseen, pero que las calorías aportadas se deben mayormente a las grasas presentes. Luego efectuaron una reflexión individual acerca de su papel como consumidores responsables a la hora de elegir un alimento.
Lo bueno de saber el valor energético que proporciona “la comida chatarra” y la calidad de sus nutrientes, es que tenemos la posibilidad de dejar de consumirla.
Que el conocimiento permita de alguna manera modificar los hábitos alimenticios perjudiciales para la salud.