Dado que el cerebro puede agotarse luego de una jornada o una actividad que demanden concentración, es importante para mejorar el aprendizaje y reducir el estrés, destinar un tiempo a los recreos mentales dentro del aula. Es suficiente con ofrecer una actividad lúdica para que los alumnos, luego de minutos, estén en condiciones de retomar la atención y disposición para el aprendizaje.