Nuestro alumno Franco Acosta Méndez ganó la Instancia Nacional de las Olimpíadas de Historia y en el Colegio lo recibimos de la mejor forma. Luego del izamiento, la Directora General, Lic. Lucía Avancini comunicó la buena noticia a todo el Colegio, después en hora de Tutoría, sus compañeros festejaron su triunfo y finalmente Franco les contó como había sido la experiencia, la transcribimos a continuación:

Nosotros, partimos el día miércoles a las 1:30 am de Corrientes, y llegamos a las 10:30 am aproximadamente a Santa Fe. En el colectivo, conocimos a un profesor del Chaco, llamado Alexis Rumbo, y a un chico que participaba en la categoría B, Alejandro. También habían dos chicos de Formosa. En el hotel, comencé a socializar con mi compañero de habitación, que resultó ser Alejandro.
Se acercaba la hora de almorzar, ese día el almuerzo no estaba incluido, es por eso que la profesora, con su compañera de habitación que era tutora de una chica del Dorado, Misiones, llamada Virginia (Toto), me dijo para ir a el restaurante del hotel de enfrente. Fuimos, almorzamos, charlamos, nos hicimos amigos y terminamos paseando por la peatonal. Teníamos libre hasta las 18 horas, que se hacía un recorrido histórico de la ciudad, es por eso que Virginia nos presentó a Vicky, de Mendoza, y comenzamos a estudiar hasta que llegue la hora de alistarnos, en realidad no estudiamos, o lo hicimos solo un poco, porque entramos al Facebook, y nos la pasamos socializando y conociéndonos, conclusión: terminamos siendo amigos.
En el paseo, conocí a unos chicos de La Plata, Maxi, Pablo, Camila y Manuela, con quienes ni bien nos vimos comenzamos a reírnos y a bromear. En fin, ese día comenzamos siendo 3 en el almuerzo y terminamos siendo 10 en la cena.
Al otro día rendíamos, es por eso que otra vez nos juntamos a estudiar, supuestamente, aunque esta vez un poco más serio, nos quedamos hasta las 1:30 am porque teníamos que levantarnos temprano al otro día.
Llegó el día del examen, yo no estaba nervioso, desayuné y fuimos para la Ciudad Universitaria de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, al llegar nos explicaron como era el sistema y fuimos a rendir, los de categoría A y B por un lado, y los de la categoría C por otro. Tardé aproximadamente un poco menos de 1 hora y media en hacer el examen, no era difícil, pero luego, cuando vino el post prueba en donde hablamos con la directora de las olimpiadas, en chiste, acordamos con Vicky en declararnos fuera de competencia, ella y todos los chicos me decían que iba a ganar, pero yo les decía que no, en realidad, mucho no me importaba el resultado, ya que la estaba pasando genial.
Terminamos la prueba y fuimos a ver a nuestros amigos de La Plata a defender su proyecto por la categoría C, luego fuimos a la reunión post prueba, en la que hablaron por más de 1 hora, y con los chicos ya queríamos ir a almorzar, teníamos mucha hambre.
En el almuerzo, nos sentamos todos juntos, pero esta vez algunos se fueron y otros se agregaron, éramos los chicos de La Plata, Vicky, Sheila de Paraná, Caro de Misiones, etc.
Por la tarde, realizamos algunas actividades, como una en la que había que encontrar las piezas del rompecabezas, pero que las tenían otras personas, ahí fue cuando conocí a la profesora que corrigió mi prueba.
Por la noche, me invitaron a un pool, lo hablé con la profesora y fuimos. Esa fue la mejor noche de todo el viaje, la pasé muy bien, nos acostamos muy tarde y no dormí casi nada.
Al otro día me levanté con mucho sueño, es por eso que me mantuve a base de mate y café negro, ese día era el de los resultados, me levanté, desayune un café negro, y nos fuimos. Yo estaba relajado, no me importaba el resultado, para mí el premio más grande eran los amigos que me hice, eran ellos quienes hicieron que se me pueda llegar a cruzar por la cabeza ganar. Llego la entrega de premios, luego de disfrutar la mañana con todos mis amigos hablando, riendo, etc.
Estábamos todos sentados en fila y con las manos enlazadas, habíamos acordado que si alguno de nosotros ganaba, todos íbamos a festejar y gritar, éramos 20 amigos. Hablaron los directivos, corría el tiempo y todos nerviosos. Hasta que dijeron, por el primer puesto, categoría A, de Corrientes, y ni escuché mi nombre del estallido con un gritos de ¡Vaaaammooos! Y todos mis amigos abrazándome, fui a recibir el premio, cumplí con el protocolo y regrese para el saludo de mis padres y el beso y el abrazo de todos mis amigos.
Regresamos al hotel para almorzar en un micro, cantando y festejando todos por mi premio, como si fuera que los ganamos todos. Una vez más, todos en la misma mesa y por última vez. Llegó el peor momento, el de las despedidas, con mucha tristeza porque se dejaban amistades muy fuerte, que a 5 minutos de conocerse ya eran hermanos, algo realmente muy lindo.
Esa tarde, solo con algunos, porque otros ya se habían ido, decidimos ir de compras por la peatonal, una excusa para estar juntos al menos un momento más, regrese al hotel donde estábamos alojados con mis padres, y todo acabo. Acabó este viaje, con un premio por suerte, pero lo que estoy seguro que nunca acabara, es esa amistad y ese fuerte lazo muy difícil de despegar que se creó en todos y cada unos de nosotros.

Franco Acosta Mendez