Un restaurante donde se pudieron degustar muy buenos problemas matemáticos, según un menú variado: numérico, algebraico, geométrico y lógico. Nuestros comensales disfrutaron con algunos pequeños dolores de cabeza que fueron subsanadas por los mozos encargados, todo eso con chipacitos y gaseosas como aditivos extras. También los visitantes fueron invitados a la cocina donde se mostraban los ingredientes, contenidos y explicaciones desarrolladas a lo largo del año. Finalizada la jornada nos quedamos con una muy buena sensación, tal fue la aceptación a los problemas y a la propuesta que estamos pensando mejorar el restaurante y presentarlo nuevamente.