Los alumnos de primer año participaron de un taller durante la semana de excelencia propuesta por el profesor Lucas Bechardo, donde unieron la cartografía con las técnicas de pintura de mandalas.

Al pintar y diseñar mandalas con se desarrolla una técnica útil para lograr gestionar el estrés, la angustia, la ansiedad entre otras emociones proporcionando a su vez una mayor paciencia, una mejora de la autoestima, de la memoria y de la capacidad de concentración, así como también flexibilizar la manera de pensar y de resolver problemas; sumado a esto se pusieron en práctica los conocimientos previos sobre cartografía, trabajados durante el primer trimestre.

La clave de esto está en que, al colorear el diseño, están trabajando los dos hemisferios del cerebro, una acción que explota al máximo las habilidades. Asimismo, el inconsciente se comienza a manifestar a través de formas y colores. Este es el motivo por el que se propuso que los alumnos pinten mandalas durante esta etapa de desarrollo cognitivo.

Estos “mapamandalas” ¡Quedaron geniales!