La profundización de la aplicación de Educación Emocional en las aulas fue uno de los tópicos de capacitación que decidimos continuar llevando a cabo durante el mes de febrero.
En esta ocasión la coordinadora de Comunicación y Desarrollo, Lic. Elina M. Fernández Avancini, dictó un taller sobre Aprendizaje desde la visión del Coaching Ontológico Profesional. Los destinatarios fueron un grupo de docentes de la Educación Secundaria y la Directora General, Lic. Lucia B. Avancini.
La misma fue de carácter tanto teórico como práctico y se apeló a conocer cuál era la motivación individual que movilizaba a cada uno de los presentes a aprender. Desde esta corriente teórica se entiende que los tres motores básicos del aprendizaje son:

  1. Realidad insatisfactoria (por dificultad o ambición)
  2. Visión deseada
  3. Confianza/expectativa de que la acción que emprenda le va a permitir acercarse a su visión.
    “Sin una insatisfacción con lo existente y sin una visión de un futuro mejor, no hay razón para querer aprender”, señala la bibliografía consultada*.

La misión de trabajar estos conceptos se vinculó directamente al deseo de que los profesores sean capaces de demostrar a los alumnos que siempre hay más para aprender y despertar en ellos la confianza para sentir que pueden lograr alcanzar objetivos superadores.
En este sentido se hizo un recorrido por las llamadas zonas de aprendizaje que comienzan con la “zona de confort” que, una vez superada, logra expansión y nuevos resultados.
Ésta no es necesariamente “peligrosa”, porque otorga seguridad y se trata de conocimientos necesarios para el desarrollo de la vida cotidiana según explica la teoría. Pero poder anteponer los temores e inseguridades para lograr su expansión es clave desde la visión del coaching ontológico porque es lo que lleva a nuevos resultados.
Con modalidad práctica se instó a que sean los propios docentes los que reconozcan este proceso según sus vivencias personales con la finalidad de construir herramientas para volcar la aplicación de estos conceptos a los alumnos.
Es entonces un desafío del cuerpo docente incentivar un contexto de aprendizaje que estimule esta transformación: sentar las bases para que los alumnos puedan recorrer este camino de superación es central para que puedan atravesar los obstáculos y temores a lo desconocido.
En esta línea es que se puntualizará nuestro trabajo desde las aulas, creando ambientes amigables de aprendizaje donde la humildad sea un común denominador y se alienten conductas de progreso constante.

*Programa de Formación en Coaching Ontológico Profesional del cuadernillo Santalá