Aprender a atarse los cordones representa una de las primeras tareas en la que el niño tendrá que combinar los movimientos propios de la motricidad fina con la coordinación oculo-manual . Además, es un ejercicio que genera autonomía, independencia y confianza en sí mismos. Los alumnos de las Salas de 4 años emprendieron con mucho entusiasmo este desafío. ¡Y lo hicieron espectacular!