En la clase de Computación, los alumnos exploran el uso de Andy, un robot diseñado para introducirlos en el mundo del pensamiento computacional. A través de un tapete cuadriculado y tarjetas con partes de robots, los alumnos programan los movimientos del robot, indicándole hacia dónde avanzar para alcanzar diferentes objetivos. Con esta actividad, aprenden a orientarse en el espacio, seguir secuencias lógicas y anticipar resultados, desarrollando habilidades de planificación y resolución de problemas. Al mismo tiempo, trabajan la coordinación, la atención y la colaboración entre pares.
Con el robot interactivo los niños de sala de 5 años, aprenden a pensar paso a paso y a dar instrucciones claras. De esta forma desarrollan el pensamiento algorítmico, comprendiendo la relación causa–efecto y resolviendo problemas de manera lúdica.


















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