El año 1990 se estaba iniciando y con él comenzaba a materializarse el sueño de fundar un colegio, a través de la elaboración del proyecto educativo original, pensado para chicos que debían comenzar su escolaridad Secundaria.

Luego de atravesar los escollos propios de estas empresas, por casualidad o designio tal vez, el 17 de agosto de ese mismo año, nace el Instituto de Enseñanza Privada Yapeyú, según consta en el Registro de Establecimientos Privados de nuestra provincia.

De allí en más, fueron innumerables los pasos que fuimos dando para alcanzar el sueño que, al igual que las utopías, cuanto más nos acercamos, más se aleja de nosotros. Y es así porque, si la pretensión educativa es ambiciosa, los desafíos son una constante y no hay lugar para lo acabado, sólo hay espacio para capitalizar los logros y lanzarnos hacia nuevas metas que nos permitan sentir que seguimos caminando en pos de ese sueño que trasciende el día a día y nos remite a los que soñara San Martín, cuando planteaba que la educación era el único camino para consolidad la libertad de nuestros pueblos.

Volver la vista hacia atrás, recordar el sueño matriz, apreciar cuánto de él pudo materializarse, nos permite hoy sentir satisfacción y alegría por lo ya realizado y deseos enormes de seguir construyendo un espacio en el que la formación permanente de todos sea nuestra razón de ser y la libertad, nuestro faro.

Los sueños, sueños son. Pero en nuestro colegio guían nuestros pasos y nos permiten tener la esperanza de construir un mundo mejor.