La festividad fue propuesta en Rusia por Valentin Balt, un empleado de Parallel Technologies, una firma dedicada al diseño Web en el año 2002, pero se ha extendido a otros países como el nuestro.

Se eligió el día número 256 (28) de cada año por dos motivos: es el máximo de combinaciones distintas que se hacen con 8 bits (un número conocido entre los programadores) y es la mayor potencia de 2 menor a 365 días. Por eso, esta efeméride se festeja todos los 13 de septiembre, excepto los años bisiestos donde se adelanta un día.

La programación está inmersa en nuestra vida cotidiana. Todos los dispositivos que manejamos actualmente fueron programados por alguien en algún nivel, e incluso está presente en los salones de clase, donde cada vez se arraiga más ya que propone una forma de pensamiento que facilita la resolución de problemas.

Así deseamos un Feliz Día del Programador a todos los trabajadores del sector, una profesión que va más allá del código.