Es muy propio de los adolescentes comer en forma desordenada. Y en general consumen alimentos ricos en grasas saturadas y no en nutrientes. Todo eso está mal, sin contar algunos otros hábitos que los perjudican aún más” (Nutricionista Sandra Blasi, jefe del Área Alimentación del Hospital Garrahan.

Consejos:

  • Comer variado: consumir todos los grupos de alimentos (lácteos, carnes, pollo, pescado, huevos, cereales, legumbres, hortalizas y frutas). Es la única manera de asegurar que el organismo incorpore todos los nutrientes que necesita.
  • No abusar de la sal. Probar los alimentos antes de agregarles sal.
  • Reemplazar las gaseosas por jugos naturales; las gaseosas están íntimamente relacionadas con el sobrepeso, por la cantidad de azúcar que tienen.
  • Evitar el consumo de alcohol, no aporta nutrientes y sí “calorías vacías” , porque engorda.
  • Decirle no al sedentarismo; hacer actividad física a diario.
  • No fumar. Es un vicio sin beneficio alguno.